España tira de épica para empatar frente a Inglaterra

No podía haber escenario mejor que Wembley, la cuna del fútbol, para el ejercicio de orgullo y casta de la selección española en los minutos finales para empatar ante Inglaterra. No fue un buen partido de la España, ni mucho menos, pero el resultado final deja muy buen sabor de boca y una figura espelar, la del delantero el Celta Iago Aspas que debutaba y se estrenó a la grande con golazo y como revulsivo de una selección que había inquietado muy poco la portería defendida por Hart.

Hasta cinco cambios realizó Julen Lopetegui con respecto al partido del pasado sábado frente a Macedonia. Reina sustituyó a De Gea, Íñigo Martínez a Baltra, Azpilicueta a Monreal, Mata a Koke y Aduriz a Morata. Aunque lo más llamativo fue la disposición en defensa de tres con Carvajal de carrilero. Pero ya sea por la entidad del rival, el escenario o la etiqueta de amistoso, la cosa no funcionaba ni mucho menos para la Roja, hasta el punto que a las primeras de cambios España se veía por detrás en el marcador.

Los locales, en casa y espoleados por su público salieron a por todas, y se aprovecharon de la timorata salida de España al césped para llegar al área con peligro y, rengando de su pasado, rehuyeron del pelotazo en largo para hacerlo en transición, apoyado en una feroz presión. Así vino la acción que provocó el penalti del gol. Un robo a Busquet, salida rapida con Sterling, Lallana y Vardy que recibió un pase en profundidad para coger la espalda de la defensa española y caer derribado ante la salida de Reina. Lallana marcó desde los once metros con un disparo seco a media altura subió y levantó a la grada de Wembley.

Tuvo que esperar al cuarto de hora para ver el primer acercamiento de España en una buena combinación que culminó Vitolo con tiro cruzado que se marchó fuera. Quitando algún centro lateral y rebote, poco más se puede comentar de la selección en ataque en un pobre primer tiempo en el que se echó de menos más claridad en ataque y mostró debilidad defensiva en esa prueba de defensa de tres que no funcionó. De hecho, antes del descanso, y ante los problemas y errores defensivos que pudo costar caro a la selección, volvió a defensa de cuatro.

En el descanso, viendo la imagen de España, por mucho amistoso que fuera, Lopetegui decidió cambiar y mover el árbol inglés metiendo a koke por Vitolo, desaparecido en la noche inglesa, y a Iago Aspas por Juan Mata, muy activo al principio pero que se fue diluyendo con el paso de los minutos. Y, aunque el comienzo fue esperanzador con una ocasión del futbolista celtiña que debutaba en la Roja, lo que llegó fue el segundo gol inglés obra de Vardy tras un nuevo error de Íñigo Martínez en la marca que dejó rematar en plancha al delantero del Leicester.

El gol inglés detuvo en seco la reacción española cuyos jugadores volvieron a mostrar una actitud pasiva viendo como sus rivales lo superaban en todo. Lo único bueno para España es que los ingleses no remataban el partido tras buenas ocasiones de Walcott y Sterling que mostraron el buen nivel de Reina. Incluso el carrusel de cambios propio de este tipo de partidos le vino bien al equipo español ya que el ritmo inglés se ralentizó. Así, entraron al campo por parte española Ander Herrera, otro debuntante, Isco, Morata y Nolito, mientras que Cresswell disputó su primer partido con Inglaterra y jugaron también Jagielka, Heaton, Townsend y el joven Rashford.

Parecía que todo estaba decidido en los últimos minutos, con la gente saliendo del estadio, cuando Iago Aspas consiguió recortar distancias para España con un gol espectacular ajustando su tiro a la misma escuadra tras regatear a su defensor. El tanto revitalizó a España y aturdió a los ingleses, el problema para la selección española era que solo quedaba el descuento. Pero fue tiempo suficiente para mostrar lo que no había hecho en casi los 89 minutos anteriores: calidad y orgullo. Un par de minutos después del gol pudo marcar Isco en una clara ocasión pero el madridista no falló en el minuto 95 tras bajar con el pecho un pase de Carvajal y batir entre las piernas al portero inglés.

El empate fue un gran premio para el mal partido de la selección y deja buen sabor de boca a una expedición que contaba con muchas bajas en la convocatoria pero que ha resuelto los compromisos con solvencia. Las miradas se centran ahora en marzo, cuando volverán los partidos de clasificación, en este caso frente a Israel camino del mundial de Rusia de 2018