Con las miras puestas en Lyon

Se trata de una de esas derrotas previstas. No por la entidad del rival sino por la situación en la que se encuentra el equipo. El Sevilla F. C perdió en Granada ante el colista de LaLiga en un partido en el que pareció dejar que transcurrieran los minutos esperando su oportunidad pero que terminó perdiendo con claridad a pesar del resultado final. Quizás la cabeza de los jugadores estaba en el miércoles, en la final de Lyon, pero estos tres puntos no volverán y tampoco te asegura que dejarse ir muchos minutos en el partido te asegure la clasificación a octavos de final de la Champions.

Sampaoli dejó claro con su alineación que ni mucho menos pensaba en Lyon. Solo dos novedades de su once más clásico y obligado por las bajas de Escudero y Nasri. Kranevitter y Ramí entraron desplazando a Mercado al lateral zurdo. Desde el inicio se notaba que era el colista Granada el que ponía más sobre el césped, al menos en cuanto a actitud se refiere. Puede decirse que se jugaba más que los sevillistas pero debía notarse también la presión y la diferencia de calidad. Nada de eso sucedió. A los dos minutos ya le dio el primer aviso serio al Sevilla. Una pérdida de Pareja generó la acción de ataque del Granada. Boga, totalmente solo, recogió el balón dentro del área y fusiló a Sergio Rico que repelió con éxito el disparo salvando a su equipo. Con el susto, despertaron los de Sampaoli e intentaron echarse arriba. Correa probó fortuna pero Ochoa desvió a córner. 

Parecía que se animaba el Sevilla con el paso de los minutos, aunque siempre muy espeso en ataque. Al menos le daba para evitar ocasiones del rival. Sin embargo,  en el minuto 26, una contra granadina terminó con una gran jugada de Boga, que quebró a Rami y asistió a Pereira para que éste pusiera el 1-0 en el marcador de un certero remate. Quedaba tiempo y el Sevilla gozó de un par de ocasiones en la cabeza de Correa y, esta mucho más claras, en los pies de Mariano, que se sacó un potente disparo ante el que Ochoa hizo la estatua y sacó el central granadino Lombán cuando se cantaba gol. Aún así las sensaciones no eran buenas cuando se llegó al descanso.

Y todo se confirmó a la vuelta de vestuarios. Antes del carrusel de cambios sevillistas, Lombán marcó de jugada de estrategia y ponía muy cuesta arriba el partido para los visitantes. Doble cambio ofensivo: Ben Yedder y Sarabia por Correa y Mercado pero apenas se contabilizó una ocasión de Vietto y otra de Franco Vázquez hasta el final, siendo el conjunto nazarí el que pudo ampliar su ventaja. Al final, un penalti de Lombán por agarrón sobre Ben Yedder que el propio galo se encargó de transformar en el último segundo del partido sirvió para maquillar el resultado. 

Puede que no signifique nada, puede que sí, pero ahora toca mirar a la Champions, a Lyon, en la primera "final" de la temporada.