Machada del Real Betis Energía Plus

Cuando lea esta crónica será 28 de diciembre pero no tiene nada que ver con una inocentada. El Real Betis Energía Plus venció al líder de la ACB, un Real Madrid que solo había perdido 1 partido en lo que va de liga, por 86-85, en un partido de infarto en el que la intensidad y la fé local hasta el último segundo hizo posible esta machada. Quinta victoria de los verdiblancos que vale su peso en oro no solo porque no se contaba con ella sino porque volvió a enganchar a la afición del baloncesto en Sevilla que disfrutó de lo lindo en un San Pablo a reventar.

Desde el principio se vio al equipo hispalense enchufado y con ganas, a pesar de que Llul inició el partido como un tiro con 13 puntos en el primer cuarto. Hasta mediados del cuarto el Betis fue por delante en el marcador con ventajas cortas pero ilusionantes. Pero poco a poco la calidad y fortaleza del Real Madrid fue imponiéndose, primero desde la larga distancia con Llull, y luego desde la pintura con Felipe Reyes. El equipo de Laso tomó la iniciativa, llegando a tener hasta 7 puntos de ventaja que finalmente fue de cinco (23-28) al termino del primer parcial.

Había que ser cautos teniendo en cuenta los antecedentes del conjunto sevillano, muy dado a desaparecer durante varios minutos del partido, y eso ante el Real Madrid cuesta caro, pero los aficionados estaban contentos con la actitud de su equipo. Y más aún con la puesta en escena de los locales, intensa en defensa y eficaz en ataque con Trent Lockett y el último refuerzo Rasid Mahalbasic a pleno rendimiento para que los visitantes no se fueran en el marcador. Aún así, la entrada en liza de los árbitros, muy rigurosos en la zona del otrora Caja San Fernando, hizo parecer que el partido se esfumaba, con una ventaja e 10 puntos (29-39) tras técnica a Nachbar. Pero el Betis Energía Plus no se dio por vencido tan pronto, se recuperó y un triple sobre la bocina del serbio Nikola Radicevic (41-46) dejó todo abierto para la segunda parte.

Quedaba por ver las prestaciones de los sevillanos en los dos últimos parciales y si el esfuerzo y las faltas personales harían mella pero, a la salida de los vestuarios, la tónica fue la misma. Los locales, intensos, peleaban cada balón incomodando al líder de la ACB que no conseguía despegarse de manera decisiva. Para colmo para los visitantes, a Llull se le acabó el acierto y el marcador se acercó a un punto (56-57, m.26) obligando al técnico madridista a pedir tiempo muerto.

Llegó el momento clave del partido, más allá de la última jugada. El Madrid salió como un tiro del tiempo muerto y logró una ventaja de 9 puntos con el último cuarto por disputar (60-69). Era ahora o nunca para los locales, que volvieron a tirar de raza para hacer un último cuarto de ensueño que le permitió empatar (78-78) a falta de dos minutos y ponerse por delante en el último minuto (84-83) con un triple de Radicevic. El partido se decidiría por detalles y lo primero fue la táctica de los entrenadores. Tras un palmeo de Reyes que ponía por delante a su equipo a falta de 19 segundos, Laso decidió hacer personal a Triguero y no defender la última jugada. El valenciano, uno de los más criticados de la temporada en Sevilla, acertó con los dos. Entonces, Tabak decidió todo lo contrario a su homólogo madridista: defender con uñas y dientes el último ataque visitante. Se la jugó a todo nada y sus chicos respondieron, primero con ayudas para defender a Llul en la penetración y después para taponar el lanzamiento de Felipe Reyes.

Éxtasis en San Pablo en un partido de los que crean afición, en fechas en los que el baloncesto en Sevilla vuelve a estar en peligro ante la Junta que el club bético celebrará el próximo viernes y en el que se debatirá, entre otras cosas, la compra del club de baloncesto.