El quinto encierro, sin heridos por asta y con cuatro toros escapados, ha sido estético y muy difícil de correr.
Este lunes fue el día dedicado a los niños dentro de los Sanfermines, la jornada del martes es la de las personas mayores, que ha arrancado con un encierro de los toros de la ganadería extremeña de Jandilla.
Es la decimosexta comparecencia de las redes de Jandilla en Pamplona, a donde llegan siempre como una de las ganaderías más temidas y peligrosas, además de veloces. Las 30 cornadas propinadas en sus anteriores participaciones rubrican su fama. Son, además, los responsables de la última muerte en unos Sanfermines, en 2009.
Los toros extremeños han cumplido con lo que se esperaba de ellos, han sido muy rápidos lo que ha hecho que la carrera, muy estética, también haya sido difícil y, afortunadamente, muy limpia y sin heridos por asta. Tampoco el pasado año dejaron heridos por asta.
Únicamente se ha informado de un herido por contusión craneal, que ha sido trasladado al complejo hospitalario de Pamplona.
Cuatro se pusieron pronto en cabeza, por delante de los cabestros. La rapidez ha hecho que patinaran ligeramente en la curva de Estafeta, donde se han encontrado con un corredor autraliano que estaba parado junto al vallado y que, sin embargo, no ha sido empitonado, para luego protagonizar, estirados, bonitas carreras en la calle de Estafeta, antes de entrar en la plaza.
El encierro ha durado dos minutos y trece segundos, el más rápido de momento en estos Sanfermines.
Por la tarde los de Jandilla serán toreados por los diestros Miguel Ángel Perera, Cayetano y Roca Rey.
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