Muere Ángel Nieto, leyenda del deporte español

Carismático, pasional, luchador y, sobre todo campeón. Ángel Nieto, un mito del motociclisto mundial y del deporte español ha fallecido este jueves, a los 70 años de edad, ocho días después del grave accidente sufrido en el municipio de Santa Gertrudis (Ibiza), cuando un coche impacto con el Quad que conducía el pasado 26 de julio.

Su muerte ha pillado desprevenido al mundo del deporte tras su evolución positiva en los últimos días, pero un empeoramiento de forma súbita hizo necesario una craniectomía descompresiva urgente, debido a un aumento brusco de la presión intracraneal. Pero no respondió de forma positiva ni a la intervención, ni al resto de medidas farmacológicas.

En el parte emitido al mediodía de este jueves por la Policlínica Nuestra Señora del Rosario ya se advertía que "su pronóstico era muy grave y se temía por su vida". Al final, el mítico expiloto no pudo salir victorioso de esta carrera. “A pesar de los tratamientos realizados desde la pasada madrugada, y del esfuerzo de todo el equipo sanitario de las Unidades de Neurocirugía y de Cuidados Intensivos, el paciente ha evolucionado desfavorablemente hasta su fallecimiento”, precisaba el último parte médico.

Aunque la sociedad en general ha rendido merecido homenaje al Ángel Nieto a través de mensajes en Redes Sociales, el mundo del deporte, especialmente el del motor, ha llorado la muerte del 12+1 veces campeón del mundo de motociclismo, como le gustaba decir debido a su superstición. Carismático y pasional, se considera precursor del motociclismo en España que, sin su figura, habría sido muy diferente.

Nacido en Zamora en 1947 pero madrileño de adopción, se coronó como figura de un deporte que apenas tenía repercusión en este país, compitió entre 1964 y 1986 logrando seis títulos mundiales de 50cc y siete de 125cc, sólo el italiano Giacomo Agostini, con 15, tiene más. Y es el tercero en discordia por número de victorias en grandes premios con 90, superado por Agostini (123) y Valentino Rossi (115).

Siguió ligado a su pasión después de su retirada, primero como jefe de equipo y posteriormente como comentarista de las carreras en televisión. Asimismo dejó descendia con sus hijos Pablo y Gelete, que fueron pilotos mundialistas, además de su sobrino Fonsi. Su forma de ver la vida y sus particularidades, le llevó a ser conocido (y querido) más allá del ámbito deportivo, como demuestra que todos conocieran su superstición más famosa, denominar sus campeonatos del mundo como 12+1 para evitar nombrar al número 13.

Se va una leyenda del deporte español. Descanse en paz.