Nada gana en el US Open y alcanza su 16º Grand Slam

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Nadal us open

Se acaban los adjetivos para describir a Rafael Nadal Parera. No importa dónde, cuándo o contra quién, el tenista español más grande de todos los tiempos siempre está ahí, dispuesto luchar y, por supuesto, a vencer. En Nueva York, con la pista dura del Arthur Ashe, el manacorí levantó su tercer US Open ante un cañonero al que leyó el saque desde casi el principio y lo sometió durante casi dos horas y media a un castigo físico y psicológico.


Quien aventurara en los comienzos de Nadal que se trataba de un tenista solo de tierra batida, ayer estaría comiéndose sus palabras. A los diez Roland Garros, hay que sumar dos Wimbledon, un Abierto de Australia y tres US Open después de dar una exibición contra el gigante Kevin Anderson en una pista favorable al sudafricano.


Siempre se puede decir que el cuadro se fue aclarando a Nadal con las ausencias de Andy Murray, Novak Djokovic y Stanislas Wawrinka, a la que se sumó la eliminación de Federer en cuartos frente a Del Potro, pero el dominio de la competición por parte del español es incontestable. En un torneo de menos a más, ha ido eliminando a competidores, duros, jóvenes promesas, grandes jugadores y cañoneros que buscan saque y volea. Una variedad de juego tan grande como la que tiene el manacorí para adaptarse a cada momento, hace que se merezca el título. Y las loas también.


Dos viejos roqueros, Anderson y Nadal, se veían en la Althur Ashe con un palmarés bien distintos pero un mismo fin. El sudafricano, apoyado en su saque (más de 5.400 aces acredita en su carrera) y su 2,03 de altura pretendía hacerse con su primer Grand Slam. Pero enfrente se encontró con el número del mundo desatado que lo estudió durante los primeros servicios para descifrarlos y, a paritr de ahí, bolar hacia la victoria. A la quinta bola de break del primer set, rompió para 4-3 y a partir de ahí prácticamente se acabó el partido.


Rápido de piernas, contundente con el drive, agresivo, Nadal fue diluyendo a Anderson. Tras casi una hora del primer set, los siguienes cayeron más rápido, 38 minutos el segundo y 50 en el tercero. Acabó con sólo 11 errores no forzados y no cedió ni una bola de break.


Nadal agranda su palmarés y su leyenda y con su 16º grande, se queda a solo tres títulos de igualar a otra leyenda viva: Roger Federer. Pero s alguien puede es sin duda Rafael Nadal Perera. Don Rafael.

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