El Betis encaja demasiados goles ante un poderoso Valencia

Se dice que "goles son amores" pero más de un bético no pensará eso después de ver a su equipo perder por primera vez en el Villamarín por 6 a 3 ante un gran Valencia que parece optar por cotas altas en esta temporada. Al trabajado equipo de Marcelino le bastó con mantener el orden, apoyado en el poderoso físico de muchos de sus jugadores, para ir poco a poco haciéndose con el mando del partido, excepto en los últimos 0 minutos cuando el Betis fue capaz de ponerse con 4 a 3 con 5 minutos más el descuento por delante. Pero lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.

Cierto que el Betis encaja demasiados goles pero no es menos cierto que el Valencia, superior al equipo verdiblanco en muchas fases del encuentro, tuvo una alta efectividad en sus ataques, sobre todo en la segunda parte donde prácticamente en 4 llegadas marcó 4 goles. Setién salió con alguna sorpresa en la alineación, donde portero y defensa parecen intocables salvo rotación o lesión, con Adán, Barragán, Mandi, Feddal y Durmisi, pero con un medio del campo inédito y los dos delanteros. Apostó por Guardado para suplir la baja de Javi García (cómo echó de menos el equipo al centrocampista muleño!) con Fabián y Narváez en las zonas interiores, Joaquín y Sergio León de extremos y Sanabria más adelantado.

Comenzaron bien los locales, con fluidez de pase pero las llegadas escaseaban ante la impericia de las alas verdiblancas (laterales y extremos9 para dar un último pase acertado. Sin embargo, poco a poco, el poderío de Kondogbia en el eje, más la movilidad de Rodrigo y Guedes y la fuerza de Zaza, hacían que el Betis comenzara a retroceder en su línea de presión, a veces descoordinada incluso. El campo se volcaba a la portería defendida por Adán y avisó el Valencia en dos llegadas, una con disparo de Soler que el portero bético mandó a córner y otra en la que Mandi salva el disparo a puerta vacía de Guedes.

A la tercera golpearon los visitantes. Córner botado desde la derecha que Kondogbia remata a la red con poca oposición de Fabián. El golpe fue duro aunque el Betis se repuso y tuvo dos llegadas claras. primero Joaquín de falta hizo que Neto se luciera. Después otra jugada por la izquierda era rematada flojo por Sanabria en boca de gol. Poco después, lo que parecía la sentencia con un segundo gol no exento de polémica. Despeje de cabeza de guardado ante la pierna de Zaza a la altura de su cabeza. El árbitro no pita nada y Guedes dirige un misil a la escuadra en el rechace. Se ponía. El gol marcó el fin de la primera parte.

Setién retocó la posición de los suyos en el comienzo del segundo acto, con Durmisi más largo por su banda y la verdad que fueron buenos minutos de los locales que pudieron meterse en el partido. Pero no era el día de muchos de sus jugadores, entre ellos de Sergio León que falló un penalti (o se lo paró Neto) que pudo meter al equipo en el partido. Y como suele pasar de un casi gol en un área, a un gol en la otra. De nuevo de córner y de nuevo con pasividad defensiva. Para más inri, poco después llegó el cuarto de nuevo con error arbitral que no pitó una clara mano en el ataque verdiblanco que permitió la contra para que Santi Mina, con algo de suerte y de rebote superara a Adán.

Movió el banquillo Setién, con cambio de sistema a un 4-4-2, con Camarasa y Tello por Narvaez y Fabián. Pero el que realmente lo cambió todo fue Campbell. Su entrada, con aficionadas marchandose del estadio ante lo imposible de la remontada, significo gol en el primer balón que tocó tras clamoroso fallo de Parejo. Después, metió un pase en profundidad que el enrachado Sanabria hizo bueno con el gol tras regatear a Neto. La afición empezó a creer y apretó de verdad como hicieron los jugadores que comenzaron a llegar en oleadas al área valencianista. Tras dos sustos, Tello marcó de rosca en el segundo palo y el Villamarín explotó. Sin embargo, con el equipo volcado, una pérdida de Tello significó una contra letal que acabó con gol de Zaza, lesionado en la misma jugada. Ya en el descuento, llegó el último, de nuevo un golazo, de Pereira.

Buena reacción final que muestra carácter pero debe fortalecer el sistema defensivo el Betis si quiere seguir en la parte alta de la clasificación. Ahora toca un rival más asequible en casa, el Alavés, pero antes tocará analizar este partido para corregir errores.