Los Probióticos, peculiares aliados en forma de Bacterias

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Probiticos

Según la Organización Mundial de Gastroenterología, los probióticos son microorganismos vivos que, una vez consumidos en cantidades idóneas, pueden aportar considerables beneficios para la salud de quien los ingiere. Se trata de diminutas bacterias y levaduras que están contenidas en medicamentos, alimentos o incluso en algunos suplementos dietéticos.


Los probióticos más utilizados frecuentemente son aquellos que pertenecen a las siguientes dos especies: Lactobacillus y Bifidobacterium. Los primeros son los que más se han utilizado durante largos años en pos de la conservación de alimentos a partir de la fermentación; como puede ser por ejemplo, el caso de la leche al fermentarse para fabricar yogur.


No obstante, desde la perspectiva estrictamente científica, la acepción debe guardarse exclusivamente para aquellos microorganismos con vida que han probado su beneficio en la salud de personas, en base a resultados obtenidos de estudios llevados a cabo.


Al margen del mercado tradicional, pueden adquirirse de forma cómoda y sencilla por internet, y sin salir de casa, donde numerosas marcas muestran sus productos en diferentes portales como si de verdaderos expositores se tratara.


Sin duda, internet es un fenómeno cada vez más estrechamente ligado también a la vida empresarial, y aprovechado eficazmente por las compañías más hábiles que utilizan esta plataforma web para crear ventaja de alguna forma con respecto a sus más feroces competidores.

Suelen ser bastante habituales en pastillas (el otro aspecto que pueden presentar los probióticos es en polvo), siendo ésta la modalidad probablemente más demandada por los usuarios del mercado. Un ejemplo de estos portales donde se puede comprar productos con tal morfología es www.drku.es donde, con un único clic, puede acceder para comprar probióticos de DRKU.


Para una mayor seguridad se recomienda que el producto cuente de, al menos, 5 cepas bacterianas que tengan rendimientos contrastados. Su concentración debe aproximarse a los 10.000 millones de bacterias por dosis diaria. Asimismo debe estar fabricado, independientemente de su precio, de los ingredientes más biodisponibles y contener oligosacáridos y factores de crecimiento (minerales, vitaminas, aminoácidos y oligoelementos) que estimulen el desarrollo de bacterias probióticas una vez alcancen el colon. Por último, tiene que suministrar sustancias que participen activamente en el proceso de regeneración de la mucosa del intestino: fosfolípidos, inmunoglobinas, glutamina, lactoferrina, etc.)

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