Ambos pediatras, de baja tras sufrir crisis de ansiedad, llegaron a recibir amenazas por parte de unos pacientes que arremetieron contra ellos exigiendo ser atendidos de inmediato sin cita previa.
Desde el Sindicado han explicado que "el médico, temiendo por su seguridad, abandonó la consulta hacia la sala de espera, siendo perseguido por el agresor y recibiendo amenazas constantes".
La doctora trasladó a la paciente a la sala de exploración, acompañada por su enfermero, y solicitó a los acompañantes que permanecieran fuera, en la sala de espera, para poder evaluar la situación y atenderla en condiciones.