Tras la rápida actuación de los guardias civiles que actuaron, se logró evitar un desenlace trágico y se garantizó la seguridad del recién nacido.
Los hechos ocurrieron sobre las 16,40 horas a mediados de septiembre, cuando el hombre, que se encontraba comiendo junto a familiares y amigos, comenzó a mostrar signos de asfixia.
Ambas personas tuvieron que ser trasladadas a centros hospitalarios para su recuperación. La rápida intervención de los servicios sanitarios fue fundamental.
El pequeño de dos años estaba comiendo un trozo de galleta cuando ocurrió el incidente.
El agente no dudó en ayudar al joven de 14 años cuando se encontraba viendo el ensayo de las cuadrillas de costaleros de la Hermandad de Torreblanca.