La tecnología del Trasplante capilar sin dolor es posible

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Injerto capilarLa tecnología ha evolucionado hasta el punto de que es posible someterse a un trasplante capilar sin dolor, con una pequeña molestia que hará que el proceso sea todavía más sencillo. El injerto capilar 'Turquía' está a la orden del día en este tipo de intervención.


El trasplante capilar convencional se llevaba a cabo con la clásica anestesia local de toda la vida. Estamos hablando de un sistema en el que se perforaba la piel utilizando una aguja para que la sedación pudiera hacer efecto. El problema de este método es que resultaba incómodo para el usuario; tanto a la hora de visualizar la aguja, como al sentir el dolor en el momento en el que se aplica. Y no solo eso, la zona de la cabeza tiene muchas terminaciones nerviosas, lo que puede hacer que un simple golpe o tirón pueda provocar un dolor intenso.


Es entonces cuando aparece la técnica de injerto capilar indolora. Conviene matizar que no es completamente indolora, pero lo máximo que sentirá el paciente será una leve molestia (en cualquier caso, nada que ver con el tratamiento convencional). El elemento que se utiliza para aplicar la anestesia es una pistola de aire comprimido que se aplica directamente sobre la piel. Se activa y se produce la vaporización de la sedación, llegando así a la zona de la epidermis deseada, evitando que se acumule o que cause dolor. Estamos hablando de un sistema que se utiliza ya con éxito desde hace algunos años, y que no entraña ningún riesgo de cara al paciente.


Las ventajas de la anestesia sin dolor frente a los sistemas convencionales son:

  • Indolora: El paciente tan sólo experimentará una sensación similar a un pequeño pellizco o a una reducida presión. Lo cierto es que esta sensación dependerá de la sensibilidad que tenga cada persona, pero, según se ha concluido, el proceso logra reducir la sensación de punción en torno a un 70%.
  • Se reduce el tiempo de sedación: Con este sistema se puede calcular mucho mejor el tiempo de la anestesia. Esto hace que no se tenga que usar de más, reduciéndose la posibilidad de que se presente algún tipo de efecto secundario.
  • Rapidez: El proceso para administrar la anestesia no podía ser más rápido. Todo el proceso se lleva a cabo en tan solo un tercio de segundo, sin dar casi tiempo a que el paciente se dé cuenta de lo que ha ocurrido.
  • Anti-Belenofobia: Este trastorno se refiere a personas que padecen de miedo a las agujas. Cómo aquí se utiliza una pistola de aire comprimido, los pacientes que tienen este trastorno no tendrán que temer por nada.
  • Cumple con las normativas: Además, es un sistema regulado por la Directiva UE 2010/32, lo que indica que es completamente seguro.

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