Más de 20 pacientes de la Unidad de Quemados del Virgen del Rocío son tratados con piel artificial

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 Más de 50 profesionales integran este servicio, "que es de referencia", y cada año atiende a más de un millar de pacientes de Urgencias procedentes de Andalucía, Canarias, Ceuta, Melilla y Extremadura. 


Quemados virgen rocioLa Unidad de Grandes Quemados del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla ha atendido ya a 20 pacientes con cultivos de piel artificial personalizados desde que en 2017 incorporó este tratamiento. Más de 50 profesionales integran este servicio, "que es de referencia", y cada año atiende a más de un millar de pacientes de Urgencias procedentes de Andalucía, Canarias, Ceuta, Melilla y Extremadura.

De ellos, unos 130 quedan ingresados e inician una hospitalización que suele ser de larga duración, dado que requieren curas prologadas de sus heridas e incluso una o varias intervenciones para lograr generar una nueva piel que sea sana, según explica el centro sanitario en una nota de prensa.

En general, las quemaduras más frecuentes ocurren por incendios en el domicilio, dejar encendido el brasero, o quedarse dormido con un cigarro encendido. Luego están los accidentes laborales, que son más frecuentes entre varones de 20 a 50 años. Las ocasionadas por escaldadura o por líquidos muy calientes entre los recién nacidos y los 14 años. Y las quemaduras en edad avanzada suelen ser más frecuentes en mujeres, añade el comunicado.

El uso de la piel artificial es el tratamiento más novedoso que utilizan; de hecho, el Virgen del Rocío es el único hospital público español que aplica esta piel generada en laboratorios públicos con una infraestructura que sigue unos estándares de calidad y seguridad muy escrupulosos (condiciones GMP).

El departamento de Histología y Dermatología del Hospital Virgen de las Nieves y de la Universidad de Granada fabrica esta cobertura a partir de una muestra de piel sana que toman los especialistas de la unidad de Grandes Quemados del paciente. De esta forma, replican en laboratorio las células en una malla de fibrina agarosa que colocan como cobertura posteriormente al paciente, para que sobre ella crezca tejido sano hasta quedar integrada en su nueva dermis.

El perfil del paciente que se beneficia de esta cobertura es también muy concreto: no puede sufrir un porcentaje de quemaduras superior al 75%, ni infecciones en la piel.

"La piel es un órgano con mucha más importancia de la cosmética o la estética. Porque cuando se pierde esta primera barrera cutánea de una manera masiva, nos deja totalmente expuestos al exterior", explica la dra. Purificación Gacto, directora de la unidad de Grandes Quemados junto a Manuel Roldán como referente de Enfermería.

Este equipo de especialistas trabaja habitualmente con la unidad de Cuidados Intensivos del hospital sevillano, donde suele quedar ingresado en primer lugar el paciente gran quemado que llega de urgencias hasta su estabilización.

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