Las chicas, de 13 y 15 años, fueron obligadas a casarse y también a trabajar en el campo, a recoger chatarra y a vivir de la mendicidad.
El presunto asesino de Laura del Hoyo y Marina Okarinska ya se encuentra en manos de las autoridades españolas, y es acusado de dos delitos de asesinato.
Morate tiene cinco días para recurrir la decisión del magistrado.