Todos los detenidos, integrantes de un grupo organizado, están acusados de un delito de estafa continuada.
La denuncia de una vecina de la localidad abrió las investigaciones que han derivado en en el arresto de una madre y su hijo por estafar 3.000 euros mediante falsas viviendas de vacaciones
El 'modus operandi' de los estafadores comenzaba con la llegada de los clientes al bar, cuando "las chicas" se acercaban para "ofrecerles sus servicios e invitarlos a unas copas".
Los detenidos se alojaban en el hotel mediante reservas realizadas desde Reino Unido con tarjetas de crédito extranjeras obtenidas de manera fraudulenta y aportando copia de pasaportes falsificados británicos.