El 'modus operandi' de los estafadores comenzaba con la llegada de los clientes al bar, cuando "las chicas" se acercaban para "ofrecerles sus servicios e invitarlos a unas copas".
Los detenidos se alojaban en el hotel mediante reservas realizadas desde Reino Unido con tarjetas de crédito extranjeras obtenidas de manera fraudulenta y aportando copia de pasaportes falsificados británicos.