El tribunal aplica la doctrina jurisprudencial ya dictada respecto a Boza y reduce sus condenas a 14 años de prisión.
El abuelo paterno de la menor, supuestamente víctima de una agresión sexual y con una discapacidad intelectual reconocida del 50%, ha afirmado que fue ella quien lo confesó, "días después" de que se produjera el episodio, el pasado 17 de mayo.
La pena máxima continúa inalterada, pero la mínima desciende 1 año y 3 meses, pasando de 14 años, 3 meses y 1 día a 13 años.
El arrestado se aprovechaba de su profesión de terapeuta para presuntamente llevar a cabo los abusos sexuales y violaciones durante las sesiones de terapia en el país galo.
La solicitud es de Ángel Boza, que, tal y como ya anunció la semana pasada su abogado, ha procedido a registrar la petición para la rebaja de condena ante la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra.
Después de varias semanas de diligencias, los agentes pudieron conseguir datos sobre el posible autor de los hechos, así como pruebas sobre su presunta participación en los mismos.
La magistrada ha acordado como medida cautelar la prohibición de acercarse a la joven a menos de 300 metros y de comunicarse con ella por cualquier medio.
Cumplirá la pena en un hospital psiquiátrico penitenciario a cuenta de su estado mental.
Por su parte, la víctima mantiene que los tres enjuiciados la agredieron sexualmente.
El tribunal fija el límite de cumplimiento de todas las penas privativas de libertad impuestas en 20 años de prisión.
El gerente del hospital ha señalado que la zona donde sucedieron los hechos es una sala de espera para familiares aledaña al área de urgencias.
Anuncia ante el TSJA su decisión de recurrir en casación el fallo condenatorio, recientemente confirmado por el propio Alto tribunal.
En la sesión de la mañana, los tres acusados se han declarado inocentes del delito de agresión sexual, mientras que uno de ellos ha reconocido que no tuvieron consentimiento verbal de la joven.
En la segunda sesión de la vista oral por la supuesta violación grupal ha declarado la joven denunciante.
Dos hombres encapuchados sorprendieron a las víctimas cuando salían de su domicilio y fue una vecina la que alertó a la policía.
El tribunal toma esta decisión por el riesgo de fuga y de reiteración delictiva existente.
El juzgado asegura que de la denuncia "no se puede deducir que se haya producido un hecho delictivo".
Los jóvenes prestarán declaración por videoconferencia desde los centros en los que se encuentran internados.
Los hechos sucedieron durante la madrugada del pasado día 26 de febrero, cuando una joven de nacionalidad estadounidense cuando entabló conversación con un joven en el interior del local.
Al joven detenido no le constan antecedentes policiales.